5 cosas que me llevaron a ser una Misionera Digital

5 cosas que me llevaron a ser una Misionera Digital

Para contarles esta historia, debo hablarles un poco de mí, soy cristiana desde hace muchos años, médico de profesión, misionera de ocupación y la verdad, jamás en mi vida me vi haciendo algo que no estuviera relacionado con mi carrera. Considero que era del tipo de persona que tenía solo una forma (o dos), de hacer las cosas y cuando veía alguna posibilidad de cambio me cerraba bastante, permanecía en esa misma manera de pensar sin importar el costo, es decir, era la tradición, era la rutina ¿para qué cambiar?

1. Los planes comenzaron a derrumbarse

Lo que ocurrió en ese punto era obvio, los proyectos y estrategias fallaron abruptamente. En temas de poder compartir mi fe con otras personas las herramientas convencionales no estaban funcionando. Como dijo Albert Einstein “Si buscas resultados distintos, no hagas siempre lo mismo”. La generación estaba cambiando a pasos agigantados y yo me había quedado muy atrás.

2. Cambios inesperados en todas las áreas de mi vida

Posteriormente, comenzaron a acontecer muchos cambios en mi vida, los últimos de los cuales fueron la migración hasta la nueva situación producto de la pandemia. Pero lo más especial que ocurrió fue que Dios me hizo ver de manera diferente, cambió sorprendentemente mi forma de pensar. Me guió a detenerme como lo hizo Jesús en Mateo 9:36*,  para poder ver la multitud que estaba a tan solo un click de distancia y sentir compasión por las almas a través de lo digital. Dios me dirigió a meditar que yo era administradora de mi móvil inteligente, notebook y hasta de mis redes sociales ¿Estaba utilizando e invirtiendo mi tecnología, mi tiempo y mis talentos en la Gran Comisión a través de los medios digitales? Ahí estaba la respuesta de lo que tenía que hacer.

3. La revelación: el curso “Cómo ser un Misionero Digital”

Sin embargo, ante esta iluminación aún no tenía idea qué hacer para poner todos esos pensamientos en acciones concretas. Solo eran ideas en mi cabeza, pero yo quería hacer algo más, entendí que la respuesta a la pregunta ¿Para qué cambiar? Era por amor a las personas. Luego de seguir orando y reflexionando, se presentó la oportunidad de hacer un curso llamado “Cómo ser un Misionero Digital” que se encuentra en la plataforma Fotitzo*. Aunque no tenía mucha idea de lo que esto significaba, no dudé en hacerlo, y justo en ese momento me cayó la ficha, supe que esa era la respuesta de Dios ante todas mis oraciones y ante todas las dudas que tenía.

4. La aventura de sumergirme en lo inédito

Conocí un mundo que para mi era alejado, una realidad completamente ajena, pero que había estado frente a mis narices todo este tiempo. Casi todas las personas ocupan la internet o tienen un teléfono inteligente y todas ellas también necesitan desesperadamente a Jesús. ¿Para qué cambiar? Para alcanzar a nuestra generación, para cumplir con la Gran Comisión. Es importante entender de todo esto, que no se trata de cambiar el fondo, se trata de cambiar la forma, el fondo siempre fue, es y será es el mismo, el mensaje del evangelio, JESÚS mismo, y necesitamos tener nuestra mente disponible y dispuesta a ser cada vez más creativos en conectar a las personas con Cristo sabiendo que los resultados solo provienen de Él.

5. El desafío de la transformación

A partir de ahí, comenzaron a abrirse más puertas en mi vida para desarrollarme como Misionera Digital. Aún sigo pensando muchas veces que no estoy capacitada, o que no tengo habilidades para los asuntos digitales, por una parte entiendo que necesito seguir aprendiendo más cosas y estoy en ese proceso, pero también entendí que mi objetivo principal de vida es amar a Dios por sobre todas las cosas y amar a mi prójimo como a mí mismo, lo cual que se traduce en discipular y evangelizar, así que no importa tanto mi profesión como los talentos que Dios ha colocado en mí y lo que quiere hacer en y a través de mi vida.

Para finalizar, quiero cambiar un poco la pregunta, ya no será ¿para qué cambiar? será ¿por quién cambiar? Puedes colocar el nombre que quieras… Eso es amar a Dios y amar a las personas. Igualmente quiero invitarte a que puedas tomar el curso de Cómo ser un Misionero Digital y quizás como me pasó a mí consigas las respuestas que tanto estás buscando.

Mateo 9:36* Cuando vio a las multitudes, les tuvo compasión, porque estaban confundidas y desamparadas, como ovejas sin pastor.

Fotitzo* https://www.fotitzo.com/

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